diumenge, 12 d’abril del 2009

Alicatado general
Tampoco es coincidencia que sea Blanco, conocedor del territorio y de las connotaciones electorales de construir aquí o allá, el encargado de ejecutar la obra. Salgado es la gestora de unas cuentas públicas orientadas, ahora sí, al gasto y Blanco es el jefe de obras, quien debe arremangarse y asegurar que en los próximos meses el país se pone patas arriba para emplear a cientos de miles de personas en toda clase de obras. Esta perspectiva asustaba a Solbes tanto como gusta a sus sucesores.

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Uno de los primeros cometidos de Elena Salgado, y sobre todo de quien asuma las funciones que hasta ahora desempeñaba Vegara, será explicar a los mercados financieros internacionales cuál va a ser a partir de ahora la política de las finanzas públicas españolas, entre otras cosas porque tendrán que ser esos operadores quienes compren la nueva deuda pública. Solbes era previsible, incluso demasiado, cauteloso y poco amigo de adentrarse en el sendero de la deuda, pero él y su equipo gozaban de una autoridad internacional que el nuevo Gobierno también intentará ganarse.

Quin patir les noves aventures econòmiques de Zapatero.......