dimarts, 11 de maig del 2010

Apretarse el cinturón
La reforma laboral es una necesidad imperiosa con más de un 20% de paro y un récord Guinness de contratos temporales que lastrará a toda una generación, pero la obsesión de Zapatero por evitar una huelga general a costa de plegarse a las exigencias sindicales, el populismo de pregonar un choque con la patronal que de nada sirve, se vuelve ahora en su contra. "Un presidente no demuestra que es capaz de gobernar hasta que se atreve con el mercado laboral", decía estos días en privado un ex ministro socialista.

Zapatero, l'atur serà el teu Iraq.

La falta de credibilidad se ha convertido en un pesado fardo para España. Zapatero ha recurrido a un amplio abanico de juegos de manos. ¿Qué se ha hecho del debate sobre las pensiones y las jubilaciones a los 67 años? El Gobierno enarboló con pueril demagogia que apretaría con impuestos a los ricos y al final subirá el IVA a todo hijo de vecino. El último episodio no es menos irritante: se vendió a bombo y platillo un tijeretazo de altos cargos para ahorrar 15 millones de euros. Ahora se anuncia un recorte de 15.000 millones un domingo por la noche en Bruselas, con regañina de Merkel incluida. Falta saber de dónde saldrá ese dinero. Y ahí empieza otra ceremonia de la confusión...

Hem de tocar el dos d'España perquè fins i tot el Montilla ho faria millor.