dijous, 15 de setembre del 2011

La penúltima
por diezmillonésima vez una agencia de calificación ha vuelto a rebajar la deuda catalana, mientras las lumbreras del Parlament mantienen su tradición de eficacia a la hora de evitar que cada año regalemos un 10% del PIB a unos señores que exigen a los alemanes que les avalen su deuda y se niegan a avalar la nuestra.